El Velo Pintado es un drama situado a comienzos del siglo pasado dirigido por John Curran y que cuenta con dos estrellas del calibre de Edward Norton y Naomi Watts como protagonistas (y productores ejecutivos). Al final, lo más destacado es la extraordinaria fotografía de Stuart Dryburgh y la magnífica banda sonora de Alexandre Desplat. La película carece de interés casi desde el comienzo y llega a aburrir poderosamente conforme pasan los minutos. Parte de culpa la tiene la falta de química en la pareja estelar; Norton lo intenta seriamente y consigue buenos momentos pero Watts está fuera de lugar desde el principio, como si no se creyese su personaje. Algo lógico, por otra parte, porque la historia a veces parece requerir a dos protagonistas idiotas. Claro, en las cuestiones amorosas todos podemos serlo, yo el primero, pero, joder, aquí se pasan de la raya. Una pena, porque la película parecía que daba para más. Bueno, algo tuvo de positivo....aceleró mi marcha a la cama. En definitiva la voy a incluir en el grupo favorito de películas soporiferas ("los puentes de Madison" "Somersby"....). Asi que un buen somnifero si que lo es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario