viernes, 9 de enero de 2009

EL QUIJOTE y la sociedad: las clases privilegiadas (1)


Grupo de lectura de El Quijote

Por fin... el desenlace (cap XXXV) del Impertinente, que más que curioso yo le llamaría idiota... y es que con fuego no hay que jugar...y como dicen en mi tierra "los experimentos con gaseosa". Tentar a la suerte cuando se tiene todo: dinero, amigos, salud, esposa guapa... para demostrase a uno mismo su propia valía, es de estúpidos... para que serviría a Anselmo probar la fidelidad de su esposa y de su buen amigo... Es como el que toma farlopa para probar... por una vez no pasa nada!!! pues no pruebes si ya sabes que no va a pasar nada... el ser humano se vanagloria de cualquier cosa creyéndose ser el amo y control del mundo....

Siguiendo con mi línea... desde el punto de vista histórico me gustaría ubicar dentro de la obra la situación social del momento y a Don Quijote dentro de ella, aprovechando el juego que me proporciona el capítulo en torno a los personajes que aparecen: cura, barbero, nuestro hidalgo, el caballero impertinente, etc....

La sociedad del Siglo XVII seguía siendo de carácter piramidal, en cuya cúspide estaba el Rey y en la base, la zona más baja se situaba el Estado Llano (aquí se encontraba la mayor parte de la población). Podemos hacer dos grandes divisiones: Las clases sociales privilegiadas y el estado llano.

Me dedicaré en esta ocasión a las primeras: Los privilegiados.

A pesar del empuje de la burguesía, la nobleza era el verdadero grupo de poder, basado en tres pilares: el económico (eran los propietarios de la tierra y de los que la habitaban, y no pagaban impuestos), el político (fundamentalmente basado en la protección que recibían de la monarquía) y el ideológico ( la creencia en el carácter divino de su procedencia).

Hechas estas premisas los grupos poderosos se configuraban:

- El Rey, en la cúspide, favor otorgado por la creencia de su procedencia divina, cuanto más cerca se estaba del Rey, más poderoso se era.

- Los Grandes de España: era un grupo reducido de duques y familias de alta alcurnia, con grandes posesiones territoriales y a cargo de todas las personas que las habitaban. Ejercían el poder político y el civil (nombraban cargos) y además recibían rentas de sus "súbditos"

- Los nobles con título: estaban muy cerca de los anteriores, también poseían señoríos y a menudo compraban títulos, de ellos salían arzobispos y obispos nombrados por el mismo rey.

- Los caballeros con señorío: eran ricos propietarios que podían tener título, amparados por la ley del Mayorazgo (lo heredaba todo el hijo varón primogénito) condenaban al resto de sus posibles hermanos a dedicarse a cargos eclesiásticos o del ejército.

- Los caballeros ricos: eran hidalgos que por sus riquezas habían podido codearse con las clases privilegiadas, se beneficiaban de los arrendamientos de sus tierras y de la venta de lo que en ellas se producía.

- Los hidalgos: era el más bajo escalafón de la nobleza, no poseían títulos, pero si que daban uso de algunos privilegios como era el no pagar impuestos. Guardaban celosamente un tesoro: el certificado de provenir de un linaje límpio y no de moros, moriscos o judios. Sin duda a esta clase pertenecía nuestro Quijote...

continuará....

25 comentarios:

Silvia_D dijo...

Mejor explicado, imposible :) ahora ya tenemos perfectamente ubicado a nuestro hidalgo :)

Besoss

marbu dijo...

Un placer visitar tu blog.
La pirámide esta bien formada ahora queda el "continuará".
Saludos

Silvenger dijo...

Mi madre tiene en casa un certificado expedido por un obispo y que perteneció a mi abuelo que certifica la sangre limpia ¿Convierte eso a mi abuelo en un hidalgo? Y lo que es más importante ¿Me convierte a mi en un hidalgo? Porque de ser así deberías rendirme pleitesía y darme dos semanas más de vacaciones.

Juan Luis G. dijo...

Hola Manu.

Muy interesante. Con posts como el tuyo podemos profundizar más en el personaje de El Quijote y sacar más provecho de su lectura.

Un abrazo.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Mis disculpas por mis ausencias de estos ultimos dias, estimado amigo, estoy bastante liado con esto del Manifiesto.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y de todos éstos, no trabajaba nadie, aunque hubiera trabajo para todos. No como ahora, que aunque quieras no hay. Al menos es lo que le pasa a los más de tres millones que están en el paro. Así nos va. País de contradicciones. Buen trabajo sobrte el S XVII. pancho

jg riobò dijo...

¿Tendré la sangre limpia?

Merche Pallarés dijo...

Excelente post, mi querido Tucci. Muy descriptivo de las diferentes clases sociales en la época Cervantina y hasta hace muy poco en nuestra era. Los "señoritos" no pegaban golpe. Besotes, M.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

Muy oportuna la entrada para que se pueda comprender algunas alusiones a la sociedad de la época y la posición de Cervantes ante ella.

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

dianna: aún quedan algunas cosillas... veamos la semana próxima la ubicación de otros...

marbu: bien...pero faltan escalas, por eso lo de continuará....binvenid@

Silvenger: para mi serás siendo siempre un plebeyo, te recuerdo que pertenezco a los Grandes de España...vacaciones...el lunes a currar y por la tarde también...

Juan luis: amigo, intento en la medida de mis posibilidades y medios completar...nuestro aprendizaje...

Cornelivs: ya te veo, ya...eso está bien..ya sabes donde estoy...

Pancho: cierto lo que dices... y sin embargo no había paro...aunque la especulación, la deflacción y la devaluación de la moneda..no te puedes imaginar como estaba...lo mismo algún día escribo qalgo referente....

jg riobò: huy...tras los antibióticos o antes...

Merche: pues aún quedan señoritos que no dan un palo al agua...conozco a algunos...


Pedro: está incompleta por no ser muy pesado...la semana próxima intentaré dar fin a la saga....

Saludos y buen fin de semana

FERNANDO SANCHEZ POSTIGO dijo...

ahora sigue habiendo privilegiados en nuestra sociedad, incluso Reyes.

un abrazo.

El antifaz dijo...

Es practicamente igual que ahora; solo que ahora está la clase de Botín el banquero, pero la Duquesa de Alba y yo estamos en el mismo sitio...
Un abrazo.

Antonio Aguilera dijo...

Manolo:
Se gradece la informaciòn-formación que nos ofreces. Así se ubica uno mejor en el contexto......
Un triste autónomo y revulsivo como el que suscribe, se quedó con el BUP inconcluso. Menos mal que la profe de literatura -que estaba maziza, la tía, jeje- me llevó 2000 pts de un premio que gané, a mi casa. - Srta, ¿¿no quiere usted pasar y tomar algo??.

Un abrazo amigo

Anónimo dijo...

A pesar de que estemos en un mundo donde la imagen nos lleva a su campo sin contemplaciones, para los que ya peinamos canas, es el texto lo que nos atrae con más convicción. Esta debe de ser la razón por la cual no recabé en la excelente composición que encabeza tu entrada. Así que subsano el error, si es que sirve a toro “pasao”, dando la enhorabuena a esos Inés y Manuel que lo firman. pancho

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

fernando: y los habrá siempre..desaparecer es una utopía..

Antifaz: en el mismo sitio??? ya quisieral duquesa....

Antonio: siempre se agradece tu comentario amable... lo mio es la historia..la comprensión literaturesca del amigo Pedro, que para eso es su especialidad... tu y yo a aprender....¿que premio ganaste????... soklo fue porque la mazizorrra pasae por tu casa o que???

Amigo pancho: se agradece tu elogio y tu vuelta...gracias, intentamos agradar y complementar...


saludos

Abejita de la Vega dijo...

Cervantes no tenía condición de hidalgo. Lo era su madre Leonor de Cortinas, de linaje conocido en Arganda del Rey. Su padre, el barbero cirujano Rodrigo, no pudo demostrar u hidalguía en una ocasión en que fue embargado ( a los hidalgos no se les podía embargar).
Al igual que su padre, Cervantes se casó con una doncella hidalga. Era Catalina de Salazar, natural de Esquivias. Parece ser que don Miguel vivió un tiempo en dicha localidad toledana,llevando la existencia aburridísima de un hidalgo de aldea. No lo pudo soportar, se marchó y dejó sola a Catalina, en el pueblo.
Don Quijote lleva ese tipo de vida que Cervantes odia. Tal vez por eso, su personaje sale en busca de aventuras,como él mismo hizo.
No le caía bien esa clase social, escalón más bajo de la nobleza.¡Qué bien nos has explicado la pirámide social de entonces!
Un abrazo para tuccitano

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Abejita...sin duda odiaba o lo mismo añoraba ser lo quie no pudo... yo me referí como bien dices solo a la hidalguía de nuestro quijotesco personaje...saludos

María Narro dijo...

pues yo pienso que el Quijote es un libro futurista.
¿de verdad que veís mucha diferencia con el mundo actual?

a los parados y a lo que ocurre en Gaza no sé dónde situarlo ¿con los Galeotes?

besos.

Kety dijo...

Creo que aunque han pasado unos cuantos siglos, las jeraquias siguen existiendo.

Saludos

Malena dijo...

Me esperaré a la segunda parte, pero, Manuel, ¿tan diferente es nuestra sociedad de aquella? Veo tantas similitudes...

Gracias por tu comentario en el 2+2, pensaba que me iban a "mantear" por profana :)

Un beso.

matrioska_verde dijo...

si antes teníamos algunas cosas en común, ahora tenemos una más... el nombre de tu hija... se llama como mi hija... es que hasta se parece la letra... ¡¡que bueno!!

biquiños,

Alatriste dijo...

Muy interesante el gráfico con una sencilla pero clara explicación.

Por otro lado estoy con Pancho; de todos esos no trabajaba prácticamente nadie, eso era para los villanos, y un hidalgo prefería mal vivir antes que ser visto haciendo trabajos con las manos.

En definitiva un país de pícaros e hidalgos.

Un saludo

Manuel de la Rosa -tuccitano- dijo...

Maria Narro: solo en alguna definición de conceptos...ya veremos en el próximo post...

kety: desgraciadamente si...pero con matices y menos diferencias...bienvenida...

Malena: no..la verdad es que no muchas... en las matemáticas estamos de acuerdo.

Aldabra: hay muchas coincidencias...es que el mundo es un pañuelo...

Alatriste: sin duda lo de pícaros aún sigue..asi somos y seremos...

saludos

Teresa dijo...

En el pueblo llano seguro que no había tanta distinción... simplemente pagadores de impuestos divididos por oficios...

Ésta era la parte de la historia que más me gustaba... pero no conocía tanta diferencia... y lo de la divinad...

yo también me creo divina de la muerte...jeje

NO SÉ cómo se podía soportar tanta nobleza y demás parroquianos de estos.

Abejita de la Vega dijo...

Pobre Cervantes,tener que pechar con lo pobre que era...
Un saludo ssssss