lunes, 17 de enero de 2011

EN LA CASA DEL PUEBLO (3)



"La visión distorsionada de la realidad tendrían los personajes del paraíso... nada estaría claro y el diálogo no sería nada halagüeño"

A medida que me sumerjo en el tercer capítulo, me voy dando cuenta de lo alegórico del título..me imaginaba un desarrollo en las dependencias de los socialistas... pero para mi que Esquivias se refiere con este capítulo a las casas internas que cada cual lleva en si..en las vidas de los distintos personajes y el entorno en que viven... 

He de reconocer que cuando me voy enganchando...esto se acaba; en esta tercera entrega capitular... un montón de personajes primarios, secundarios, ficticios y reales aparecen...dejo descansar a google... aunque alguna referencia es necesaria.....

- Un sobrino al más puro estilo "martinezsoria", un tanto pícary un tanto ladronzuelo con su tío algo bohemio, de cultura callejera, rojillo de tres al cuarto, "odiador" de iglesia y devoto de la Virgen de la antorcha...(y como dicen en mi pueblo más perro que un yegüero) al que trabajar le gusta poco...o nada.

- El cura y el aprendiz de ídem preparando la excursión al purgatorio... a pesar de las pegas que las altas jerarquías le ponen: la eclesial porque es un sacrilegio, una aberración...y la civil...porque defiende el patrimonio....

- Las conjuras militares, las traiciones, la sedición...los preparativos......


En medio de todo esto, retazos, episodios de la cotidianidad del momento:

Trifulcas fachas, las duchas del abogado "sociata" pero que no quiere dejar de lado las apariencias y que controla en la sombra.., un cura hormiguero -pobre estampa, menos mal que no aparece mucho-; un poeta que lo mismo no triunfó en su época por ser hermano de quien era y luego por sus ideas tradicionales...; y una confluencia de personajes, de vidas paralelas que tarde o temprano tendrían que coincidir... y nada mejor que en un viático: curas enfrentados políticamente, sindicalistas, socialistas e insurgentes... y de fondo un posible funeral y para funeral lo que se viene encima

11 comentarios:

J. G. dijo...

está genial, coincido contigo en mucho

Merche Pallarés dijo...

¡Eres campeón de la concisión! Besotes, M.

matrioska_verde dijo...

sabía que te irías enganchando poco a poco, y al final, ya verás, te dará pena de que se haya terminado.

todos los personajes son muy pintorescos.

biquiños,

Asun dijo...

A mi me encanta como Esquivias retrata a través de las palabras a cada uno de los personajes. La asociación con el estilo "martinezsoria"... tal cual. Fue un estilo que perduró hasta hace no tanto tiempo.

Besos

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Te debo un monton de visitas, querido amigo, y espero que sepas disculparme. Este año de 2011 lo he comenzado trabajando a tope y apenas tengo tiempo.

No obstante, hoy tengo un pequeño ratito para leerte.

Un fuerte abrazo.

Pedro Ojeda Escudero dijo...

La alegoría es una de las claves de la trilogía: irá en aumento, como verás. Es la forma para leerla, incluso cuando parece que el argumento es fácilmente comprensible.

Belén dijo...

Ese es el libro del que me hablaste ayer? tiene buena pinta...

Besicos

Alondra dijo...

¡Hola! muy interesante, si no me pierdo creo que hablas de un libro que cuenta la historia de una fundación.
Al leer este post empiezo a pensar si hoy perdimos en algún lugar el reloj o el brillo de la bisutería nos deslumbró.
Gracias por tu comentario, saludos afectuosos.

Malena dijo...

Mi querido Tucci: Creo que al final tendré que comprarme el libro porque la temática engancha y más en estos tiempos que nos está tocando vivir.

Mil besos y mil rosas.

pancho dijo...

Julián sabe mucha gramática parda, la que se aprende en las tabernas "Mas perro que yegüero". Qué bueno y que bien le pega al relojero.

Los protagonistas tienen la realidad de frente, una realidad tan loca que no extraña al viaje a un espacio concreto del más allá.

"Un poeta que no triunfó". Yo diría que como todos los poetas de este país. ¿Conoces alguno que haya podido vivir de la poesía?

Un abrazo.

Myriam dijo...

Un tio y un sobrino entrañables, tanto como Martinez Soria.

Perdona la demora, creì que te habìa dejado comentario en esta entrada que has condensado de maravilla.

Besos